Reeducación postural global - RPG.
REEDUCACIÓN POSTURAL GLOBAL
R.P.G.
Es un método de terapia corporal descrito por su creador, P. Souchard, en su obra «Le Champs Clos» escrita en 1.981 después de 15 años de investigación en el campo de la Gimnasia Postural.
Actualmente hay más de 5.000 especialistas diplomados en esta disciplina en el mundo.
BASES ESENCIALES
- Las funciones hegemónicas del cuerpo: respiración, alimentación y movimiento, son realizadas por la musculatura estática con el consecuente peligro de sobrecarga.
- La R.P.G. produce contracciones isotónicas excéntricas de la musculatura estática y concéntrica de la musculatura dinámica.
- La R.P.G. es un método propioceptivo de inhibición.
¿ESPALDA DEBIL?
La musculatura posterior del cuerpo tiene una misión esencial: la de permitirnos permanecer erguidos.
Cuando estamos en pie, nuestros músculos posteriores actúan contrayéndose. Si, además, realizamos algún esfuerzo con nuestras manos y brazos, aún deben esforzarse más.
Dejamos de tener la espalda erguida cuando nos acostamos. En ese momento, nuestros músculos posteriores pueden descansar. Sin embargo, durante unas 16 horas al día esos músculos están actuando, tensándose.
Semejante tarea no puede realizarse con una musculatura «débil» como algunos pretenden.
Las molestias, los dolores de espalda, nuca, etc., son siempre la consecuencia de una musculatura posterior demasiado fuerte y que presiona en exceso sobre las articulaciones y los discos intervertebrales.
No es casualidad el hecho de que los problemas musculares aparezcan siempre en la parte posterior del cuerpo.
En conclusión, «débil», cuando se trata de espalda, sólo puede ser una metáfora para querer decir rígida, carente de capacidad elástica.
Fortalecer aún más la espalda dolorosa porque se la tiene por débil sólo conduce a mayor rigidez y, por tanto, a mayor dolor.
La causalidad
El encadenamiento muscular
El cuerpo es una totalidad funcional integrada. El aparente sencillo acto de caminar, por ejemplo, implica un complejísimo proceso de coordinación neuro-muscular.
Podemos estudiar en anatomía el funcionamiento de tal o cual músculo, analizarlo finamente; pero no entenderemos nada si no alcanzamos una visión sintética, aquella que ve la interrelación de los músculos entre sí para lograr realizar una función corporal.
Los músculos están organizados. Su organización adopta la forma de cadena muscular. Cuando actuamos sobre un eslabón, todos los demás eslabones de la cadena se ven afectados.
Si sólo nos fijamos y tratamos terapéuticamente la zona en la que aparece el síntoma: dolor, deformación, torsión, etc., sólo logramos un alivio provisional.
Mientras la causa del síntoma esté en otro lugar de la cadena muscular y no seamos capaces de hacerla desaparecer, el síntoma, la patología, no desaparecerá.
Esta es la razón por la que un buen número de terapias corporales son ineficaces: carecen de la necesaria visión global de la dinámica muscular.
La enfermedad no existe
Sólo los enfermos son reales. Cada persona es un mundo: tiene una sensibilidad propia, una historia corporal diferente y, por consiguiente, responde a los estímulos de una manera personalizada.
La lesión corporal es, con frecuencia, el resultado de disfunciones que van produciendo sus efectos nocivos, incluso durante años, hasta que un día se manifiestan en forma dolorosa en el otro extremo de la cadena muscular en la que se originaron.
En esos casos, la causa no se conoce o ha sido olvidada.
Un pie, por ejemplo, sufre un esguince doloroso que produce una serie de retracciones, rotaciones, etc., encaminadas a evitar el dolor.
Si el dolor persiste durante un tiempo, la deformación defensiva se fija y, años después, puede manifiestarse como un dolor cervical sin causa aparente.
El especialista en R.P.G. siempre investiga a cada persona en particular buscando las causas últimas de sus perturbaciones.
Reeducación Postural Global R.P.G
La R.P.G. no se llama así porque corrija «las malas posturas» -cosa que también hace, por cierto- sino porque realiza su acción terapéutica a través de posturas corporales por medio de las cuales efectúa una corrección global de las cadenas musculares y un ajuste preciso del cuerpo de acuerdo a la normalidad de sus ejes anatómicos.
Las sesiones de R.P.G. duran 50 minutos generalmente. Si la lesión o disfunción no es grave, una sesión semanal será suficiente.
Desde los siete años de edad cualquier persona puede ser tratada ya que se trata de un método suave y progresivo.
Indicaciones:
- Escoliosis, Hiperlordosis, Hipercifosis.
- Patología dolorosa de la columna (cervialgia, dorsalgia, lumbalgia, ciática y alteraciones sacrolíacas).
- Rigidez y dolor articular (artrosis, reuma, espondilitis).
- Alteraciones de la biomecánica de la estática (acortamiento de las cadenas musculares).
- Alteraciones de la biomecánica de la marcha (pies cavos y planos, hallus valgus, rodillas valgas y varas).
- Alteraciones de la biomecánica de la respiración (bloqueo inspiratorio, pecho hundido).
- Alteraciones de la biomecánica del miembro superior (adormecimiento, hormigueos, hombro congelado, escápulas latas, hombros elevados).
- Contracturas, cansancio y calambres musculares (hipertonía muscular, stress).
- Cefaleas, vértigos, tortícolis de origen mecánico.
- Recuperación de la elasticidad muscular y corrección de la morfología corporal.
Quieres saber lo que te dice tu cuerpo?
¿Te gustaría entender cómo se expresan las emociones en el cuerpo?
El dolor, las contracturas, la retención de líquidos, procesos asmáticos, alérgicos, gases o cualquier otro desequilibrio pueden ser el síntoma de la tensión sufrida por los distintos problemas a los que te enfrentas cada día.
Con estas técnicas, y sencillos ejercicios, te damos una herramienta valiosa para entender tu cuerpo, liberar la tensión, e incluso no llegar a acumularla.
Cómo se genera la tensión
El ser humano, desde el mismo momento en que nace, va captando información de lo externo a través de los sentidos.
El cómo viva esta interrelación y almacene la información de lo que ve, oye, toca, huele o deguste le hará sentirse mejor o peor, y el cerebro debe estar al máximo posible de su capacidad para seguir recibiendo información.
Por tanto, cuando tiene un exceso de tensión, por las distintas situaciones vividas, la concentra en una zona corporal.
Cada tipo de tensión tiene una zona concreta; cuando ésta está al máximo de tensión se refleja con un dolor, lesión, o desequilibrio que utiliza el cuerpo como alarma para que nos demos cuenta de que algo nos está ocurriendo en nuestra vida: es una llamada de atención de que algo no va bien.
Cargas Neuronales
Imaginemos que nuestro sistema nervioso es como un cable de red por donde se trasmiten los datos de ida y vuelta, como pasa con Internet; si hay varios internautas a la vez usándola la información llegara más lenta a cada uno que si es uno sólo el que la utiliza.
Así pasa con la información que recorre nuestro cuerpo, tanto la que llega al cerebro desde lo que se capta a través de los órganos de los sentidos, como las que envía el cerebro a una parte del cuerpo para realizar una función.
Por ejemplo: si el cerebro ordena que quiere mover un brazo, envía el mensaje a través del nervio correspondiente y éste contrae y distiende los músculos para ello.
Pero si estos nervios están ocupados con otras informaciones (como las que almacena el cuerpo en ellos cuando hay tensión, el ancho de banda del nervio que queda para transmitir los datos al músculo correctamente queda disminuido), ante un esfuerzo mayor (o un requerimiento mayor de la zona muscular para, por ejemplo, hacer un movimiento brusco), el nervio no podrá trasmitir al 100 por 100 la información al músculo y éste se contraerá, provocando la lesión.
Si nosotros no quitamos de alguna manera la tensión del nervio, tendrá pocas posibilidades de recuperarse correctamente, porque la información de recuperación tampoco se trasmitirá con soltura.
Por tanto, cuando nosotros almacenamos la tensión, y según hemos explicado, en nuestro cuerpo llega un momento en el que el cuerpo la expresa con patología debido a dos posibles razones:
- 1ª: Como alarma y expresión, para avisarnos de que algo no anda bien.
- 2ª: Como válvula de escape de la tensión, ya no puede acumular más y la saca.
Las técnicas siguientes facilitan la recuperación del bienestar relacionando el síntoma que percibes con la causa emocional que lo genera:
LIBERACION SOMATO-EMOCIONAL
La Liberación Somato-Emocional es un proceso terapéutico que ayuda a liberar mente y cuerpo de los efectos residuales causados por traumas pasados.
Según las investigaciones del Dr. Upledger y el biofísico Dr. Zvi Karni, el cuerpo a veces, en vez de disipar retiene y aísla en una zona corporal el daño producido tras un accidente o trauma emocional. A esto lo llamamos “Quiste Energético”.
Aunque un cuerpo razonablemente sano puede trabajar y adaptarse a un Quiste Energético, se requiere una energía extra para llevar a cabo las funciones corporales normales.
Conforme pasan los años, la capacidad de adaptación del cuerpo va perdiendo su efectividad: los síntomas y las disfunciones empiezan a aparecer, siendo cada vez más difíciles de ignorar y suprimir.
Un Quiste Energético puede encerrar en su interior una emoción . Las emociones y los sentimientos nos afectan mental y físicamente.
Mediante la Liberación Somato-Emocional y toda una serie de recursos apropiados, el terapeuta ayuda al paciente a liberar esas emociones y recuerdos que le están provocando una “enfermedad”.
TECNICA DE REEQUILIBRIO CORPORAL DAMUN (TRCD)
Como su nombre indica es una Técnica que trabaja desde el cuerpo, partiendo de la base emocional del mismo, proporcionando un equilibrio mente-cuerpo.
Nuestro cuerpo es el instrumento que nos permite relacionarnos con lo externo, es a través de esta interrelación como vamos incorporando la información que nos empuja a actuar y a ser de una manera determinada.
Muchas de estas interrelaciones no son las que necesitamos, no nos nutren, no nos dan vitalidad, y por ello lo que hacen es bloquear nuestro cuerpo, no permitiendo liberarse emocionalmente.
Otras, sin embargo, nos hacen fluir, sentirnos en nuestro eje, en definitiva vivos, y éstas son las que nos permiten percibir que estamos haciendo lo más adecuado para nosotros mismos.
Cuando nuestro cuerpo está bloqueado experimentamos el dolor, en una o diferentes partes corporales (garganta, plexo, vientre, piernas, brazos, espalda) o en los sentidos (ojos, boca, oídos, nariz), o bien con acumulaciones de grasa, retenciones de diversos tipos y también manifestaciones de ansiedad, agobio, depresión y otras.
Para la TRCD, el dolor es el lenguaje de la Emoción. La TRCD utiliza distintas herramientas de trabajo: masajes corporales y de los sentidos, alineaciones, procesos pasivos, el trabajo con el movimiento del cuerpo y mental, el color, los símbolos, de modo que estos registros corporales y mentales se equilibran posibilitando al individuo la capacidad de acción y concreción que tenía paralizada por sus vivencias, facilitando la forma de posicionarse en el presente para establecer y llevar a cabo sus objetivos, conectar con los propios recursos para alcanzar una mayor seguridad y poder ubicarse fácilmente frente a lo social y lo cotidiano desde una postura de exclusividad.
La práctica de esta técnica nos lleva a un mayor conocimiento de nosotros mismos, nos ayuda a reconocer y reconocernos, animándonos siempre a plasmar cada nuevo conocimiento desde lo real, desde la vida y lo cotidiano y, sobre todo, desde las propias capacidades y recursos de uno mismo, lo que le llevará a no juzgar al otro ni compararme, el protagonista siempre es el propio individuo.
La TRCD es una técnica viva, dinámica, en constante evolución, que nos da la posibilidad de trabajar desde el aquí y el ahora, desde nuestro momento, para ser más conscientes de nosotros mismos y desde ahí ir desbloqueando aquellas pautas que no nos permiten avanzar como nosotros queremos y, sobre todo, que nos dificultan sentirnos bien.
HERNIA DISCAL DESDE LA TRCD
Desde la Técnica de Reequilibrio Corporal (TRCD) el dolor es el lenguaje de la EMOCION. La Emoción es una palabra raíz que está escrita en la columna vertebral, de abajo arriba, e integrada en nuestro cuerpo en lo que denominamos Esqueleto Energético.
Se define como “mi capacidad de vivir”, lo que implica que en los seres humanos Emoción y Vida están indisolublemente unidos.
La emoción nunca puede bloquearse, porque equivaldría a dejar de vivir; por eso, es el activador continuo que impide que nos paremos.
La Emoción se puede percibir como una fuerza que nos empuja desde la espalda a caminar continuamente hacia delante con el objetivo de implicarnos en la vida.
Desde esta concepción, la Vida es el impulso interno. La vida es lo que está fuera de nosotros, el exterior. Mi vida es la integración de ambos: Vivir y la Vida.
La TRCD considera que resolver la EMOCION es la tarea evolutiva del ser humano; por lo tanto, es lógico que se localice en el eje más importante del cuerpo, que es la Columna Vertebral.
La Emoción se manifiesta en un ADN emocional general para la especie humana, el cual funciona como una guía de evolución física, emocional y energética, que se desarrolla a lo largo de la vida del individuo.
Desde esta perspectiva, la aparición de una hernia discal, nos informa de una estructuración inadecuada de una zona corporal y que la energía de la vértebra, donde el disco ha sido desplazado, es baja y la masa está debilitada.
La aparición de la Hernia Discal, de un modo más concreto, está relacionada con dos circuitos informativos que hacen referencia a:
El cómo el individuo se ubica en lo social.
Este concepto nos habla de cómo lo social (lo externo, lo que los otros dicen, proponen o pueden decir), nos paraliza o cuestiona lo propio, aquello que yo creo que es más adecuado, lo que yo tengo claro y lo que realmente para mí es importante, básico y me hace avanzar y vivir la vida.
El propio espacio del individuo. El tener espacio físico y emocional.
Es necesario situarse en uno mismo en el espacio de uno. El primer espacio es el cuerpo, alimentar y nutrir al cuerpo de modo que éste se sienta vital.
El segundo espacio es la casa, donde yo me sitúo y el tercer espacio es el trabajo. Tal y como yo cuide estos tres espacios estaré situado más en mí, o fuera.
Las personas que tienen una hernia discal, es probable que, en la gestación de la misma y en su manifestación definitiva, presenten algunas de estas situaciones:
- La familia, como ente aglutinador, decida mucho por ella misma o bien se convierta en un centro de atención prioritario, olvidándose de sí mismo, de su cuidado y de sus prioridades.
- Presentan dificultades a la hora de pedir apoyos, es decir de poder pedir aquello que necesita en un momento determinado para hacer algo que es importante para el individuo.
- Suelen ser extremistas, o todo o nada, les cuesta buscar el punto medio de las situaciones, de lo que hacen o dónde se ubican.
- Tienen dificultades de ubicarse en lo social, es decir, ubicarse en los contextos sociales, donde se desenvuelven en su vida cotidiana y ello hace que esperen que ocurra algo, que es posible que no pueda ocurrir, de ahí que se frustren.
- Suelen ser personas que rivalizan, compiten o se comparan con otros, por no tener su espacio propio, no saberse situar en él y desde ahí intentan coger su espacio a través de invadir el del otro, y no desde lo propio.
Este sería un acercamiento desde el análisis del concepto de HERNIA DISCAL desde los conceptos emocionales básicos, pero es evidente que la individualidad de cada persona, permite un acercamiento, desde el diagnóstico del cuerpo y de lo que la persona cuenta en el aquí y el ahora, para que esta información aquí expuesta nos lleve a la concreción de su situación y desde ella trabajar, a través de las herramientas de la TRCD, este bloqueo emocional.
REVERTIR UNA HERNIA DISCAL, es decir, trabajar para que la información vuelva a su lugar, para que el disco se recoloque, desde el punto de vista de la TRCD y el lenguaje de la Emoción, sería adecuado lo siguiente: Que escuchen a su mente.
- Que las personas inicien un proceso de RESPONSABILIZACIÓN de lo propio y no tomar como propias, responsabilidades de los otros.
- Centrarse en aquello que realmente les realiza, les nutre, les hace percibirse bien.
- Situarse en los contextos sociales donde viven de forma cotidiana, y ello implica conocer la realidad propia, identificarla y aceptarla, para buscar lo que uno necesite en los espacios donde se encuentre.